Los contenidos actitudinales son fundamentales en la educación actual. Son los valores, las normas y las actitudes que queremos transmitir a los estudiantes para fomentar una convivencia positiva, un pensamiento crítico y el respeto.
En este post, te explicaremos qué son los contenidos actitudinales, por qué son clave en el aula y cómo se conectan con los contenidos conceptuales y procedimentales.Además, te mostraremos la relevancia de integrar estos aspectos en una programación didáctica coherente y de calidad.
¿Qué son los Contenidos Actitudinales y por qué son tan importantes?
Cuando hablamos de contenidos actitudinales, nos referimos a aquellos aprendizajes que inciden en la forma de ser, de relacionarse y de actuar del alumnado. A diferencia de los contenidos conceptuales (saberes teóricos) o procedimentales (destrezas y técnicas), los actitudinales implican la asimilación y la interiorización de valores, creencias y actitudes que influyen de manera directa en la conducta.
Dimensión emocional y social
Estos contenidos se relacionan con la empatía, la cooperación, la tolerancia o la solidaridad. Su objetivo es construir una sociedad más justa y comprometida.
Fomento de la responsabilidad y la autonomía
El desarrollo de actitudes positivas frente al aprendizaje, la disciplina y la superación de dificultades promueve estudiantes más independientes y motivados.
Refuerzo de la convivencia en el aula
Al trabajar sistemáticamente valores y normas de conducta, se previene el acoso escolar, se incentiva el respeto mutuo y se sientan las bases de un clima escolar saludable.
Preparación para la vida adulta
Estos aprendizajes no se limitan al ámbito escolar, sino que acompañan al alumnado a lo largo de su trayectoria personal, profesional y social.
Contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales: Un Enfoque Completo
El currículo educativo actual distingue tres tipos de contenidos: conceptuales, procedimentales y actitudinales. Estas dimensiones conforman un enfoque integral del aprendizaje:
Contenidos conceptuales
Engloba los conocimientos teóricos y factuales: fechas históricas, definiciones, fórmulas matemáticas, vocabulario, etc.
Ejemplo: En Historia, conocer las principales etapas de la Revolución Industrial.
Contenidos procedimentales
Hacen referencia a las estrategias y métodos para aplicar o transformar los conceptos en habilidades concretas.
Ejemplo: En Ciencias, aprender a diseñar y llevar a cabo un experimento de laboratorio siguiendo un protocolo.
Contenidos actitudinales
Vienen a complementar los anteriores con la adopción de valores, actitudes y normas que regulan el comportamiento individual y colectivo.
Ejemplo: En Educación para la Ciudadanía, fomentar el espíritu crítico y la responsabilidad social en la toma de decisiones.
La integración armoniosa de estos tres tipos de contenidos garantiza un aprendizaje más completo y significativo, donde el estudiante no solo “sabe”, sino que también “sabe hacer” y “es”, desde un punto de vista cívico y solidario.

Contenidos actitudinales: Ejemplos y áreas de aplicación
Para ilustrar mejor el concepto, a continuación te presentamos algunos contenidos actitudinales ejemplos aplicables en diversas materias:
Lengua y Literatura
Respeto y valoración de las opiniones ajenas durante los debates o al comentar lecturas.
Interés por la lectura y la creatividad literaria, evitando el plagio y reconociendo la autoría de las obras.
Matemáticas
Perseverancia para resolver problemas complejos y tolerancia al error como parte del proceso de aprendizaje.
Cooperación al trabajar en equipo para diseñar estrategias de resolución.
Ciencias Sociales
Actitud crítica ante la información histórica y los medios de comunicación, promoviendo la investigación y la contrastación de fuentes.
Solidaridad y empatía al comprender situaciones de injusticia social o crisis humanitaria.
Educación Física
Juego limpio, cumplimiento de las reglas deportivas y apoyo a los compañeros.
Autocontrol ante la frustración y reconocimiento de los logros de los oponentes.
Educación Artística
Valoración de la diversidad cultural y la originalidad en las creaciones artísticas.
Cuidado de los materiales y responsabilidad en el uso de los recursos.
En todos estos ejemplos, se aprecia cómo los contenidos actitudinales se entrelazan con los conceptos y procedimientos, dando lugar a actividades más ricas en valores y a una construcción progresiva de la identidad del alumno.
Estrategias para trabajar los contenidos actitudinales en el aula
Establecer normas y acuerdos de convivencia
Inicia el curso definiendo junto con el alumnado un conjunto de normas y compromisos que rijan el día a día. Incluir su participación en esta elaboración promueve la responsabilidad y la adherencia a las normas.
Debates y tertulias literarias
Propicia momentos de reflexión colectiva, donde cada estudiante exprese su punto de vista y respete el turno de palabra. Así, se fortalecen actitudes de escucha activa y tolerancia.
Aprendizaje basado en proyectos
Al trabajar por proyectos, los alumnos gestionan tareas, reparten roles y toman decisiones conjuntas, poniendo en práctica valores como la cooperación y la constancia.
Gamificación orientada a actitudes
Emplear dinámicas lúdicas que premien comportamientos éticos y solidarios. Por ejemplo, otorgar puntos o insignias cuando se ayudan mutuamente o resuelven un conflicto de manera dialogada.
Introducir rúbricas, listas de control o autoevaluaciones que incluyan indicadores de progreso en valores y actitudes. Esto ofrece retroalimentación constructiva y visibiliza el desarrollo personal del alumnado.
La importancia de integrar los contenidos actitudinales en la Programación Didáctica
Para que los contenidos actitudinales pasen de la teoría a la práctica, es necesario un diseño pedagógico cuidadoso y consistente. Cuando hablamos de programar no nos referimos únicamente a planificar los objetivos conceptuales o los ejercicios de clase, sino a articular una propuesta que garantice la formación integral del alumnado.
Coherencia con el currículo y la legislación educativa
Las leyes de educación, como la LOMLOE, enfatizan la relevancia de la educación en valores y la adquisición de competencias transversales. Integrar los contenidos actitudinales fortalece el cumplimiento de estos preceptos.
Atención a la diversidad
Con una programación que incorpore actitudes positivas de inclusión y respeto, se favorece una atención más individualizada y equitativa, adaptada a las diferencias y estilos de aprendizaje de cada estudiante.
Visión transversal
Al insertar objetivos actitudinales en todas las materias, se potencia una formación integral del alumno. El compromiso ecológico, la solidaridad o la innovación pueden trabajarse desde las ciencias, el arte o las humanidades.
Evaluación sistemática y formativa
Una buena programación define indicadores para medir la evolución de los aspectos actitudinales, evitando la improvisación y permitiendo un seguimiento continuo y transparente.
Preguntas Frecuentes
¿Qué son los contenidos actitudinales y por qué son importantes?
Los contenidos actitudinales se refieren a los valores, normas y actitudes que los alumnos deben interiorizar para desenvolverse correctamente en la sociedad. Son esenciales porque complementan los contenidos conceptuales y procedimentales, formando alumnos que no solo “saben” o “saben hacer”, sino que también “son”, con un sentido ético, crítico y solidario.
¿Cómo se relacionan los contenidos actitudinales con la LOMLOE?
La LOMLOE destaca la importancia de la educación en valores y la adquisición de competencias transversales. Al incluir objetivos actitudinales en la programación, se responde a estos preceptos y se fomenta la formación integral del alumnado, mejorando el clima escolar y el compromiso social.
¿Cuál es la diferencia entre contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales?
Contenidos conceptuales: Se centran en el saber teórico (fechas históricas, definiciones, fórmulas).
Contenidos procedimentales: Orientados a las destrezas y técnicas (diseñar un experimento, resolver un problema matemático).
Contenidos actitudinales: Implican valores, normas y actitudes que influyen en la conducta (respeto, cooperación, responsabilidad).
¿Podrías dar ejemplos de contenidos actitudinales?
Lengua y Literatura: Fomentar el respeto a las opiniones ajenas en debates y lecturas.
Matemáticas: Desarrollar la perseverancia ante problemas complejos y la tolerancia al error como parte del proceso de aprendizaje.
Educación Física: Practicar el juego limpio y la deportividad, valorando el compañerismo.
Ciencias Sociales: Desarrollar la empatía y la actitud crítica ante la información histórica o mediática.
¿Cómo integrar los contenidos actitudinales en la programación didáctica?
Se debe elaborar una programación con objetivos pedagógicos claros que incluyan valores y actitudes; planificar actividades lúdicas, debates o proyectos que los refuercen; y diseñar instrumentos de evaluación (rúbricas, observación, autoevaluaciones) que midan y retroalimenten el avance del alumnado en estos ámbitos.
Conclusión
Los contenidos actitudinales representan la dimensión más humana y trascendente de la educación. Incorporarlos de manera reflexiva en nuestras prácticas docentes asegura que los estudiantes no solo adquieran conocimientos teóricos y destrezas técnicas, sino que también crezcan como personas críticas, solidarias y éticamente responsables.
En Tu Programación Didáctica, trabajamos para que cada programación resulte equilibrada y ponga en valor los principios, normas y actitudes que mejoren la convivencia y el clima escolar. Si deseas que tus alumnos se formen de forma integral, con un compromiso real hacia sus compañeros y la sociedad, no dudes en consultarnos. ¡Juntos, diseñaremos un plan formativo que potencie la esencia de la educación en valores y contribuya al desarrollo pleno de cada niño o adolescente!