La neurodiversidad es un concepto cada vez más presente en educación, salud mental y entornos sociales. Pero ¿qué es ser neurodivergente exactamente? ¿En qué se diferencia una persona neurodivergente de una neurotípica? ¿Y cómo influye esto en la escuela o el aula?
En esta guía clara y actualizada descubrirás qué significa la neurodiversidad, los tipos más comunes de neurodivergencia, sus características, y cómo aplicar un enfoque educativo inclusivo y respetuoso.
¿Qué significa ser neurodivergente?
Ser neurodivergente implica tener un funcionamiento neurológico diferente al considerado “típico” o “estándar”. El término no alude a un trastorno o enfermedad, sino a una forma distinta de procesar la información, sentir y aprender. Esta visión forma parte del enfoque de la neurodiversidad, que defiende que todas las formas de funcionamiento cognitivo son válidas y enriquecen a la sociedad.
Las personas neurodivergentes pueden presentar diferencias en la comunicación, la percepción sensorial, el aprendizaje, la organización o el comportamiento. Estas características no implican menor capacidad, sino otra manera de estar en el mundo.
El término fue acuñado en los años 90, y desde entonces ha sido adoptado tanto en contextos clínicos como educativos, impulsando un enfoque más humano y respetuoso.
¿Cuáles son los principales tipos de neurodivergencia?
La neurodivergencia incluye diferentes perfiles neurológicos que, si bien tienen características propias, comparten una base común: se alejan del modelo neurotípico.
Los tipos de neurodivergencia más reconocidos son:
- Autismo (TEA)
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)
- Dislexia y otros trastornos del aprendizaje (discalculia, disgrafía…)
- Altas capacidades intelectuales
- Trastorno del procesamiento sensorial
- Síndrome de Tourette
Cabe destacar que una persona puede tener más de un tipo de neurodivergencia al mismo tiempo, lo que se conoce como comorbilidad o diagnóstico dual.
¿Qué características suelen tener las personas neurodivergentes?
No existe un único perfil, pero sí hay ciertos rasgos comunes que pueden darse en distintos grados según la persona:
- Procesamiento sensorial más intenso o más leve de lo habitual.
- Dificultades en la función ejecutiva (planificación, organización, gestión del tiempo).
- Necesidad de rutinas y estructuras claras.
- Habilidades especiales o intereses intensos en ciertas áreas.
- Estilos de comunicación diferentes.
- Problemas para adaptarse a entornos rígidos o altamente demandantes.
Estas características no son fallos, sino expresiones de una mente que funciona de forma distinta, por lo que no deben ser vistas desde el déficit, sino desde el respeto y la comprensión.
¿Qué diferencias existen entre una persona neurodivergente y una neurotípica?
Una persona neurotípica es aquella cuyo funcionamiento neurológico se ajusta a los estándares sociales y culturales considerados como “normales”. Suele tener mayor facilidad para adaptarse a los entornos convencionales, especialmente escolares o laborales.
En cambio, una persona neurodivergente puede necesitar ajustes en el entorno, mayor flexibilidad o metodologías alternativas para desenvolverse con éxito. La diferencia clave no está en la inteligencia, sino en el modo de percibir, pensar y actuar.
Comprender esta diferencia es esencial para fomentar la inclusión y evitar etiquetas injustas o discriminatorias.
¿Cómo aplicar el enfoque de la neurodiversidad en la educación?
La neurodiversidad en la educación implica reconocer que no todos los alumnos aprenden igual ni deben ser evaluados con el mismo patrón. Para ello, es necesario diseñar experiencias de aprendizaje que:
- Ofrezcan diversidad de metodologías (visual, auditiva, manipulativa).
- Faciliten ajustes razonables y apoyos personalizados.
- Eviten la sobrecarga sensorial.
- Promuevan entornos estructurados y predecibles.
- Favorezcan la autonomía, la autoestima y la autorregulación emocional.
- Incorporen recursos basados en el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA).
Implementar estos principios permite incluir sin exigir la normalización, respetando las características de cada alumno y permitiendo que todos participen y progresen.
Preguntas frecuentes
¿Qué es una persona neurodivergente?
Es alguien cuyo cerebro funciona de forma diferente al modelo neurológico estándar. No se trata de una enfermedad, sino de una variación natural de la neurodiversidad humana.
¿Cuáles son los tipos más comunes de neurodivergencia?
Algunos ejemplos son el autismo, el TDAH, la dislexia, las altas capacidades, el trastorno del procesamiento sensorial o el síndrome de Tourette.
¿Cómo se detecta si alguien es neurodivergente?
Generalmente, se requiere una evaluación clínica realizada por especialistas en psicología o neurología, aunque muchas personas adultas descubren su neurodivergencia en procesos personales de autoconocimiento.
¿Qué implica la neurodivergencia en la escuela?
Implica la necesidad de aplicar metodologías inclusivas, flexibles y centradas en el alumno, como el DUA, que garanticen el acceso, la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes.
¿Neurodivergente es lo mismo que neurotípico?
No. Neurotípico hace referencia al funcionamiento neurológico estándar. Neurodivergente, a quienes se alejan de ese patrón por sus características cognitivas o sensoriales.
Conclusión
Comprender qué es ser neurodivergente es el primer paso hacia una educación más humana, justa y eficaz. Reconocer la neurodiversidad no solo beneficia a los estudiantes neurodivergentes, sino a toda la comunidad educativa.
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